A veces tienes ganas de hacer cosas y no tienes tiempo. Y lo buscas, y lo buscas, hasta que al final lo encuentras. Yo he tenido la gran suerte de conocer a unas grandes personas, unas grandes mujeres que se han convertido en grandes amigas. Me encanta hacer scrap por la noche, cuando Marc está durmiendo y sólo se oye el ruido de los coches pasando por la Gran Vía. Pero lo que de verdad me encanta son los encuentros con las chicas de Fem Scrap, porque me enseñan, me divierten y además me siento muy y muy querida. La escusa es hacer scrap (cómo no), pero la verdad es que somos capaces de pasar horas charlando, riendo, tramando, inventando... cualquier cosa es interesante con sus ideas.
Yo soy de poco hablar, las que me conoceis lo sabeis, pero hoy quería explicaros nuestro último encuentro. Fue el fin de semana del 19 y 20 de enero. Estuvimos casi todas (un ay por las que no pudieron venir) y además de explicarnos nuestros proyectos de futuro, hicimos un supertrabajo de mixed-media que nos había preparado Alicia (era el trabajo pendiente que teníamos ganas de hacer desde hace muuuuucho tiempo) y diferentes páginas de scrap para un álbum que estamos haciendo entre todas desde hace tiempo (esto es demasiado largo de explicar). Cómo siempre, nos faltó tiempo para acabarlo todo, así que pronto nos volveremos a reunir para hacer más.
Me encanta quedar con ellas, y a Marc también. Es curioso cómo lo tienen todas adoptado como uno más del grupo, y a él le encanta ver los videos de Elena cuando los pongo en el ordenador, que Esther cuente con él los palos de SOS que hay en la carretera al ir de viaje, que Raquel se traiga a su amigo Joan, ir a casa de Isabel y que nos lleve a la tienda de los juguetes, que Miriam se meta en la piscina con él, los perros de Roser, que Marisa le maúlle por teléfono, el parque que hay al lado del taller de Silvia, los fines de semana en casa de Alicia, lo guapa que es Rosa (esto no se lo digas, que le da vergüenza), y de la Lledó ha aprendido a pedir con gracia.
Sí, porque no conozco a nadie que sea más constante en sus peticiones como Silvia. ¡¡¡Y la muy pícara lo hace con gracia y todo!!! No se le puede decir que no. Así que en éste último encuentro mi sorpresa (porque si una cosa hay en nuestros encuentros son sorpresas) fue un delantal personalizado para cada una, y para las tres somnis una bolsa (porque ellas ya tienen un delantal precioso que se habían hecho ellas mismas). Quería que el detalle reflejase lo que yo veía de cada una de ellas, y espero haberlo conseguido. Silvia lo llevaba pidiendo hace tiempo y cómo yo no sé decir que no, el día llegó y el resultado fue el siguiente.
Gracias a todas por ser cómo sois, y estoy deseando que llegue la febrero. ¡Sólo quedan unas horas!¡bien!.